Río de Janeiro, Brasil.- Atletas y público en general, se anticipan ya a una protección extrema en caso de recurrir a cualquier tipo de servicio sexual, durante su estancia en los Juegos Olímpicos en esta ciudad.
Al igual que sucede con cualquier actividad en la vida, en cuestiones de salud el riesgo cero no existe.
Sin embargo, las condiciones de alojamiento de los atletas y visitantes, la disminución en el número de mosquitos debido a la bajada de temperaturas y el declive observado en el número de nuevos casos de zika en Brasil hacen que la probabilidad de infección por el virus sea baja o muy baja.
Ahora bien, en caso de que esto sucediese, existe el riesgo de que un hombre infectado transmita el virus a su pareja por vía sexual (vaginal, anal y posiblemente oral) si no se toman precauciones.
Hasta ahora, todos los casos reportados se han dado en hombres que previamente habían presentado síntomas, pero esta semana se describió un caso en Francia que sugiere transmisión sexual a partir de un hombre asintomático.
Por el momento, no hay evidencias de que las mujeres puedan transmitir el virus por esta vía.
Aunque todavía se desconoce el tiempo máximo de permanencia del virus en el semen, el caso de transmisión sexual más tardío detectado hasta la fecha se produjo 41 días después de la aparición de los síntomas.
De la misma manera, se ha detectado material genético del virus hasta 62 días después.
Basándose en evidencias como estas, la OMS ha advertido sobre la prevención de la transmisión sexual de zika: los hombres que regresen de regiones afectadas por el virus deben usar preservativo durante 8 semanas si no presentan síntomas y durante 6 meses si han presentado síntomas.
Eso significa que, según las recomendaciones actuales, en el peor de los escenarios habría que esperar medio año antes de tener relaciones sexuales sin preservativo.
En cualquier caso, estas recomendaciones no contemplan la congelación de esperma, una medida que quizá podría tener más sentido para hombres que viajen de manera regular y sostenida a países afectados y que deseen concebir a corto plazo.
Dicho esto, los atletas y otros viajeros están en su perfecto derecho de congelar el esperma si así lo desean.