En los pueblos no hay clases sociales

En la Remington

Por Ricardo Hernández

Maestra Investigadora en la
formación de docentes normalistas.

La Dra. J. Imelda Infante Arratia es Profesora
en Educación Primaria, egresada de la Benemérita Escuela Normal Federalizada de
Tamaulipas, realizó estudios de Licenciatura en Educación Primaria y
Licenciatura en Educación Media con especialidad en Ciencias Sociales en la
Universidad Pedagógica Nacional y la Escuela Normal Superior de Tamaulipas,
cuenta con la especialidad en Herramientas Básicas para la Investigación
Educativa por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).

Cuenta con diplomados en
Formación de Cuerpos Académicos e Investigación educativa, así como en gestión
y calidad educativa por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de
Monterrey (ITESM). Realizó estudios de Maestría en Docencia en Educación
Superior y doctorado en Educación en la Unidad Académica Multidisciplinaria de
Educación, Ciencias y Humanidades de la Universidad Autónoma de Tamaulipas
(UAT).

Tiene amplia trayectoria profesional
como Profesora de Educación Primaria, Secundaria, formadora de docentes y
catedrática de posgrado. Ha laborado en Instituciones como la Escuela Normal
Rural de Tamaulipas Maestro Lauro Aguirre, La Universidad Pedagógica Nacional,
La Escuela Normal Federal de Educadoras Maestra Estefanía Castañeda y La
Universidad Autónoma de Tamaulipas, entre otras.

Como investigadora ha
publicado varios artículos como autora y co autora en revistas arbitradas como
La Revista Nacional Entre Maestros de la Universidad Pedagógica Nacional, La
Revista Internacional de Ciencias Sociales (SOCIOTAM), La Revista Nexos y la
Revista INFO EDUCARE, entre otras. Participó en la elaboración de ocho libros
de Valores para la Educación Preescolar y Primaria, editado por el Gobierno del
Estado.

Recientemente coordinó la
elaboración del libro Experiencia de Investigación con Formadores de Docentes,
Hacia la Conformación de Un Cuerpo Académico, editado por la Secretaría de
Educación de Tamaulipas, 2016. Es autora del libro Formación Inicial de
Docentes, Opiniones de Egresados, 2016. Fue seleccionada nacional con el
Proyecto Educación para Una Ciudadanía Responsable en el Concurso de Proyectos
Educativos BÉCALOS, Hay Talento, 2012.

A propuesta del CEN del SNTE
fue Co Presidenta Nacional del Órgano de Evaluación Independiente con carácter
Federalista (OEIF), Instancia responsable de la dictaminación técnica y
académica de los criterios de acreditación para el Concurso y Asignación de
Plazas Docentes. Es integrante de la Mesa Redonda Panamericana de ciudad
Victoria y del Club de Damas Rotarianas del Club Rotario Tamaholipa.

Actualmente se desempeña como
jefa del Departamento de Educación Normal de la Secretaría de Educación de
Tamaulipas y como Coordinadora Estatal del SINADEP en la Sección 30 del SNTE.

ENTREVISTA:

Dra.
Imelda, usted es una persona muy ocupada, su mundo ha sido y es el trabajo
académico y las investigaciones, ¿nos puede compartir un poco de su vida
familiar?

Buenos días Ricardo. Creo que
es importante tener recuerdos y rescatarlos para no perder la esencia de quien
es uno realmente, su origen. Tuve una infancia feliz, crecí en una familia en
donde fui una niña muy esperada por mis padres, rodeada de cariño; también es
cierto que fui educada con mucha disciplina y así se fue forjando mi
personalidad. Mi gusto por la lectura y 
por la escritura surge desde mi infancia, quizá en el mismo entorno en
el que yo viví.

Porque al crecer en un pueblo
llamado Nuevo Padilla, en ese momento no había muchos distractores, aun cuando
había los canales de televisión, claro. Lo máximo era tener una moneda para ir
por la tarde a rentar un cuento en una pequeña tienda y así estar muy al
pendiente con lo que sucedía con la familia Gurrón,  con Archi, con la pequeña Lulú mientras se
disfrutaba de una rica merienda ahí mismo, en esa tienda; ahí surgió mi gusto
por la lectura. Leo todos los días, trato de escribir, de ir sistematizando mi
experiencia. Mi adolescencia transcurrió de la mejor manera, me fui dando
cuenta que yo quería ser maestra.

En
esa etapa de la adolescencia imagino que leyó El Diario de Ana Frank.

¡Claro!, eran lecturas
clásicas; pero también tengo que decirte que en ese momento de la adolescencia
lo que más se leía era el romanticismo, eran novelas de Corin Tellado, sobre
todo libros rosas, porque te imaginabas que eras la protagonista esperando el
hombre amado, al príncipe azul y pues imaginártelo con la descripción, con la
narrativa.

¿Qué
le pareció la obra El Principito?

Leí bastante joven El
Principito y quizá ahora lo vuelvo a leer y le encuentro un nuevo análisis.
Puedo entender la filosofía de este autor. Mi mamá se encargaba de proveerme de
revistas, pero no revistas de ahora del corazón y de lo que ocurre con los
artistas, más bien eran revistas de agricultura, de ganadería, de cultura en
general, porque era el entorno de donde yo estaba viviendo.

Usted
creció en Nuevo Padilla, Tamaulipas ¿cuáles son las costumbres o tradiciones en
ese lugar?

Las tradiciones de un pueblo,
para empezar, es el respeto a los mayores, toda la gente es conocida, no hay
clases sociales; a los vecinos los ves como de la familia, son tus tíos, los
saludas, los aprecias. Las reuniones en las iglesias para ir todos a rezar, las
posadas. Íbamos a leer a las tienditas donde se rentaban los cuentos.

Era una tienda lo que en el
pueblo le llaman “tendajo”. El lenguaje de los pueblos es toda una riqueza
cultural Ricardo, y yo tengo en uno de mis proyectos de vida escribir un libro
de mis experiencias en Padilla. La gente se vuelve un personaje famoso por sus
dichos, por sus comentarios.

¿Consideró
un reto el haber dejado a su pueblo?

Cuando yo dejo Padilla me
vengo e ingreso a la Normal, el gran reto fueron dos cosas: romper el apego con
mi mamá, con mi casa, al ser hija única que me costó mucho trabajo y muchas
lágrimas, hasta que lo fui superando, pero eso me ayudó mucho porque fui
teniendo mi autorregulación, mi autosuficiencia y me ayudó a madurar.

El otro gran reto tiene que
ver con lo académico que yo ahí me di cuenta que el nivel académico que yo
traía de la secundaria -como estudié en una secundaria técnica-, pues sabía de
agricultura, ganadería, apicultura, pero quizá no tenía una cultura general
como ya se requería en una carrera profesional como profesora de educación
primaria, eso implicó un gran reto de irme a la biblioteca y ponerme a leer.

El reto que me plantee fue no
tener una licenciatura, sino tener dos. Tuve la osadía de que a la semana de
haber recibido mi título de la licenciatura, me fui a inscribir a la primera
maestría que abrió la Facultad de Ciencias de la Educación, que es la maestría
en docencia en educación superior.

Como
Jefa del Departamento de Educación Normal, ¿cuál es su función?

El Departamento de Educación
Normal es la instancia estatal normativa que le da seguimiento a la formación
inicial de docentes, dependiente de la Secretaría de Educación de Tamaulipas, y
tengo que decir que son seis escuelas normales las que tenemos públicas en los
diferentes municipios del Estado. Se encuentra la Escuela Normal Urbana
Cuauhtémoc, en Nuevo Laredo; La Escuela J. Gpe. Mainero, en Matamoros; la
Escuela Normal Rural Maestro Lauro Aguirre, en el ejido San José de las Flores,
municipio de Güemez; La Benemérita Escuela Normal Federalizada de Tamaulipas,
aquí en ciudad Victoria; la Escuela Normal de Federal de Educadoras, Maestra
Estefanía Castañeda y la Escuela en Jaumave, Profr. Y Gral. Alberto Carrera
Torres.

El departamento trabaja con
todo un equipo de trabajo -que aquí lo recalco- tengo un gran equipo de
trabajo, sin mi equipo no podría haber logrado lo que he podido hacer en estos
más de tres años frente al departamento.

¿Cuáles
son los proyectos que tiene el departamento?

Tenemos el proyecto de tutoría
en donde cada escuela Normal tiene ahorita un programa en donde se le da un
acompañamiento al alumno desde el primer año que ingresa hasta el cuarto año.
Otro proyecto que tenemos a nivel estatal es el seguimiento de egresados. Cada
escuela Normal tiene un proyecto de investigación, tiene una muestra ya representativa
determinada de las tres últimas generaciones de cada escuela.

Maestra
recientemente publicó un libro ¿cuál fue la idea de escribir la obra “Formación
de docentes, opiniones de egresados sobre la formación recibida”?

Es el reporte de una investigación
realizada a egresadas de la Licenciatura en Educación Preescolar con el
propósito de conocer si la formación recibida en la Escuela Normal ha sido
satisfactoria de acuerdo a las exigencias y al desempeño profesional  que les plantea en su quehacer docente.

¡Muchas
gracias Maestra!

Al contrario, gracias a ti
Ricardo.

Redacción: