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Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Mía Fressy es una mujer que ha inspirado a la sociedad victorense por su peculiar forma de proteger a los animales.
Su misión comenzó con el rescate de las zarigüeyas, una especie de marsupiales que se han establecido su hábitat en los lugares más recónditos de los cerros y montes, pero que prefieren vivir en cualquier rincón de algún patio trasero.
Mía explica que todo comenzó desde pequeña cuando sintió una gran necesidad por proteger a estas indefensas criaturas de la depredación humana, que con una gran carga de creencias y costumbres, sacrificaba a estos animalitos para obtener su grasa porque pensaban que curaba del bronquitis a las personas.
Sin embargo esta creencias cada día va perdiendo fuerza, gracias a las conferencias que Mía ofrece en universidades y escuelas, para crear una conciencia protectora hacia todo tipo de animales.
Con la ayuda de su familia, Mía destinó parte de su espacio habitacional para instalar jaulas en donde puedan vivir las zarigüeyas, y protegerlas así de los depredadores naturales o de la misma gente que busca deshacerse de ellos.
En su Refugio de animales Santa Rosa de Lima, nombre en honor a su abuela, Mía no sólo alberga a zarigüeyas, también viven ahí perros, gatos, tortugas, patos, ratones, aves, hasta sapos.
Resulta extraordinario ver a Mía establecer contacto con cada uno de sus animalitos, que buscan su compañía cuando está cerca de ellos.
Ella dice que los animales entienden las emociones de las personas, sólo basta comprenderlos y protegerlos porque son como niños indefensos que requieren del abrigo de todos.
No resulta extraño ver a Mía abrazando a una zarigüeya o a un perrito o gatito, de hecho sus mejores momentos los encuentra cuando está alimentándolos o abriendo nuevos espacios para ellos.
Al Refugio San Rosa de Lima, las zarigüeyas permanecen un tiempo en tanto ellas pueden valerse por sí mismas y ser liberadas en la sierra.
Los perritos que adopta, también requieren en muchas ocasiones la protección de las personas y mientras encuentran un nuevo protector vivirán en el refugio, aunque cuando estos llegan lastimados o enfermos se quedan ahí de manera definitiva porque nadie los quiere adoptar en esas condiciones.
Mía es quizá la representación más exacta de la protección animal, y aunque existen organizaciones protectoras de animales que anuncian eventos para recaudar fondos, ella prefiere llevar su misión lejos de los reflectores, por eso poco se publica rescatando zarigüeyas de la crueldad humana o perritos de la calle.