Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El poder que parecía tener la Coepris (Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) se derrumbó hoy por mañana cuando cientos de personas se aglomeraron en los bancos, sin que nada pudiera hacer la dependencia de Salud.
En días pasados había aumentado el poder de esta dependencia de Salud, tanto que llegó a cerrar negocios y establecimientos que no estaban cumpliendo con las normas de salud, exigidas debido a la pandemia del COVID-19.
Operando con todo el poder para cerrar negocios, a donde quiera que llegaba era un cierre seguro de operaciones, como ocurrió en la Coca Cola, con una simple sospecha de una persona contagiada con coronavirus, bastó para cerrar a la poderosa empresa embotelladora.
Después continuó imperando el poder de la Coepris en medio de una pandemia sinigual, a fin de mantener bajo el número de contagios.
Le llegó el turno a la tienda «GranD Obrero», quien también bajo sospecha de un contagio, tuvo que acatar la orden de cerrar su negocio por orden de la Coepris, que ejercía así todo el poder que se otorga a una dependencia en tiempos de emergencia sanitaria.
Pasó lo mismo con la Pizzería Little Caesars, por no cuidar la sana distancia entre los clientes.
Pero hoy por la mañana los elementos de Coepris se quedaron con las ganas de cerrar los bancos en la ciudad, que sin ningún cuidado o protección extrema para sus clientes, permitieron largas filas.
Hasta ahí llegó el poder de la Coepris, quien parecía haber alcanzado un poder máximo de autoridad, hoy volvió a ser lo que siempre había sido, un cero a la izquierda.