La actividad humana y el impacto del calentamiento global, han hecho que cambien las especies de manglares y de pastos marinos presentes en la zona natural protegida de “La Laguna Madre”, informó un estudio de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).
Lo anterior se describe en el proyecto “Estimación de Carbono Orgánico Aéreo de las especies costeras (Manglares y Pastos Marino) en la Laguna Madre, Tamaulipas”, que corresponde al trabajo de tesis deEstephany Guadalupe Rodríguez Reyes, alumna de Maestría en Ecología y Manejo de Recursos Naturales del Instituto de Ecología Aplicada (IEA).
El proyecto es asesorado por el Dr. Leonardo Uriel Arellano Méndez, microbiólogo y experto en ambientes costeros, que ha trabajado en diversos proyectos relacionados en las costas tamaulipecas y otras regiones del país, colaborando para organizaciones como DUMAC Ducks Unlimited de México, de donde se desprende esta tesis.
La estudiante de posgrado, Estephany Guadalupe Rodríguez Reyes, explicó que su trabajo consiste en analizar la cobertura vegetal en la Laguna Madre, en la que estudia una de las principales causas del cambio climático, como son los gases de efecto invernadero, entre estos el bióxido de carbono (CO2), derivado de la actividad antropogénica en la zona.
“La conservación de la cobertura vegetal es una de las acciones para mitigar los efectos del calentamiento global. Uno de los ecosistemas más importantes en este sentido son los ecosistemas costeros, que cubren aproximadamente el .05 de la superficie marina y almacenan más del 50% del total de carbono de los sedimentos oceánicos”, indicó.
“Los manglares y pastos marinos son de los ecosistemas que más nos ayudan a contrarrestar los efectos del calentamiento global. Los manglares son ecosistemas constituidos por árboles o arbustos que se ubican en las zonas costeras y entre sus servicios nos ayudan a disminuir el oleaje, proporcionar nutrientes y evitan que algunos contaminantes no lleguen al mar”.
“Los pastos marinos son ecosistemas de plantas sumergidas en el agua marina que crecen fijándose a diferentes tipos de sustrato, como lodo, arena, arcilla y en ocasiones rocas. Entre los servicios que prestan anidan a peces y crustáceos. Además ayudan a capturar el CO2”.
Detalló que en el Golfo de México existe una diversidad de manglares y en Tamaulipas existen pocos estudios de la dinámica del carbono en ellos.
Dijo que según reportes de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), no existen manglares más allá de la zona litoral de la comunidad de La Pesca, lo cual podría deberse a que los manglares en algunas de sus especies, requieren de ciertas características de temperatura para poderse desarrollar, salinidad, y otros factores.
Explicó que a partir de imágenes satelitales hacen muestreos para conocer la cantidad total de carbono orgánico aéreo almacenado en la Laguna Madre de Tamaulipas, y qué tanto pueden estar ayudando el manglar y pastos marinos a contrarrestar el efecto del cambio climático.
Entre los resultados obtenidos, fue que a lo largo de la Laguna existe una cobertura de manglar de más de 2 mil hectáreas, encontrándose allí cuatro especies de manglares.
“Se encontró la presencia de manglares hasta el delta del Río Bravo. Dentro de los componentes vegetales es interesante observar la presencia de especies tropicales (Thalassia testudinum por parte de pastos marinos y Rhizophora mangle por parte de manglares) que indican una sucesión de especies y un incremento en la temperatura de la laguna”, subrayó.
Refirió que en pastos marinos, se encontró una cobertura de más de 23 mil hectáreas, compuesta con nueve parches de diferentes especies. “Casi todos los parches están compuestos por Halodule wrightii, que es uno de los principales pastos marinos”.
“Es un indicador de que en la zona centro, hay una gran cantidad de ellos, dado que continuamente se han estado dragando las bocas que se encuentran en estas zonas, y hay una gran influencia de agua marina hacia adentro de la laguna, lo cual genera que haya condiciones diferentes en la laguna, una puede ser que haya cambios de temperatura o salinidad”, agregó.
Subrayó que esto ha generado que crezcan nuevas especies de pastos marinos, “en este caso Thalassia testudinum, que es una especie totalmente tropical, y hay una sucesión de especies, lo cual está generándose por medio de esta especie evitando el crecimiento de otras”, puntualizó.