En la apertura de conferencias virtuales 2021 de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia “Dr. Norberto Treviño Zapata” de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (FMVZ-UAT), se presentó un tema relacionado con laPrevalencia y Persistencia del SARS-CoV-2 en el Ambiente.
La ponencia fue dictada por el Dr. Virgilio Bocanegra García, investigador del Centro de Biotecnología Genómica Reynosa del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en actividades que organiza la FMVZ-UAT a través del Departamento de Educación Continua.
El Dr. Bocanegra García compartió experiencias de trabajos en materia de ecología microbiana, donde estudian diferentes nichos ecológicos entre ellos: agua residual, agua superficial, suelos contaminados, alimentos preparados y cadenas de producción; además de manejar muestras humanas y animales de producción y fauna silvestre.
En este sentido, destacó la importancia de analizar la posible distribución en el ambiente del nuevo coronavirus y el efecto que pudiera tener en el contexto de la pandemia.
Apuntó que se requiere un rastreo ambiental, particularmente en los cuerpos de agua, “porque el coronavirus se excreta en las heces y llega a las aguas residuales, en teoría las aguas residuales reciben un tratamiento, y luego llegan a las aguas superficiales, entonces las aguas de los tipos, son puntos donde se puede llevar a cabo una buena vigilancia de la presencia de este virus en el ambiente”, indicó.
Sustento está idea, en un estudio realizado en 2019, “que es un reporte de caso, que se llevó a cabo en Estados Unidos, donde le hicieron una autopsia al primer caso del nuevo coronavirus, detectándolo en la materia fecal del paciente”.
“Entonces un grupo de trabajo lo buscó en Noruega, y en abril tenemos el primer reporte de coronavirus en aguas residuales y hacen una discusión sobre el riesgo a la salud y su potencial como una fuente de información”, asentó.
Puntualizó, que actualmente se sabe que el agua no es una fuente de trasmisión de coronavirus, pero afirmó, que es necesario realizar la vigilancia en aguas residuales, con el propósito de crear un mecanismo de alerta temprana de casos de COVID-19.
Hizo referencia a la atención de necesidades urgentes para contener la enfermedad, como la implementación de métodos de diagnóstico rápido, que dijo, están más o menos solventadas con las pruebas de antígeno; así como tratamientos efectivos, que todavía no se tienen contra el virus.
“Necesitamos marcadores clínicos, tanto preventivos como predictivos, aquí tenemos algo de avance con el Dímero D, que es un marcador muy importante, que indica, que el paciente está sufriendo coagulopatía, y eso es una alerta roja inmediata”.
“Además el diseño de la vacuna, ya tenemos 6 listas y que están en proceso de estar disponibles, pero necesitamos vigilancia epidemiológica, rastreo de pacientes y contactos, lo que en México se ha hecho de manera muy pobre”, concluyó.