Por: Leobardo Sánchez
Jorge Luis González Rosales, es un hombre que entiende bien los vaivenes de la política, eso explica su éxito en este ambiente, porque ha aprendido a no luchar a contracorriente, al contrario, prefiere esperar mejores tiempos, lo importante es no darse por vencido, creo que para él esa es la clave.
Jorge es de los líderes surgidos del pueblo, que aprendieron a recibir órdenes en tiempos de la Central Campesina Cardenista, después, como todo proceso en evolución, esa organización terminó por dividirse a nivel nacional, y entonces nació la Central Campesina Cardenista Democrática.
Bajo la dirección nacional de Francisco Román Sánchez, Jorge encontró una ruta que mucho después lo llevaría a la presidencia municipal de su pueblo: Aldama, Tamaulipas, pero antes, debió conocer las derrotas; ahí se nutrió de esa capacidad de aguante también conocida como inteligencia emocional.
Antes de conocer el éxito, muchas veces se enfrentó al desengaño y al fracaso, pero de no haber asimilado esas experiencias, quizás hoy tampoco sería alcalde de Aldama, se hubiera perdido en el anonimato político, arrastrado por la vorágine de la adversidad por las veces que no llegó a ser.
Quizás Jorge tiene en su expediente de vida más fracasos que aciertos, pero un hombre debe a caso construir su historia precisamente con esos elementos.
Cuando conquistó la alcaldía, tenía en contra a un poderoso PRI que pretendía continuar en la presidencia municipal por tres años más, pero Jorge ya era más fuerte que ellos, esto lo entendió después, lo cierto es que ni la alianza que formaron MC, PAN, y PRD, lograron configurar la fuerza que representó un sólo hombre.
Me atrevo a decir que si hubiera ido solo en esa la elección, también hubiera ganado, porque lo respaldaba una trayectoria de trabajo con la gente que no tenía siquiera el alcalde en turno, de manera que la gente de Aldama ya se había dejado conquistar por él por esa conexión con ellos.
El actual gobierno municipal de Aldama, tiene un fuerte nexo con la gente, en eso se ha distinguido Jorge González, porque desde el primer día que tomó protesta como alcalde, comenzó un trabajo incansable, a pesar de los cambios de la política federal, que desde el 2018, el Gobierno de México ya no envió ni un centavo a los municipios.
Implementó una plan de austeridad, para ahorrar dentro del presupuesto anual, algunos recursos que le permitieron lucir un gobierno en movimiento, con acciones reales en casi todas las áreas: salud, educación, obras públicas, alumbrado, agua potable, parques y jardines, adultos mayores, que pronto llamaron la atención en la esquina del 15 Juárez.
Hoy, el nombre de Jorge González, se ha convertido en una marca, la gente lo identifica y volvería a apoyarlo si se los pidiera, porque no llegó y se encerró en su oficina, sino que comprendió que su chamba estaba en la calle, con la gente que lo llevó al poder, por eso si hoy fueran las elecciones, Jorge volvería a ganar de calle la alcaldía de Aldama.
Hoy tuve la oportunidad de saludarlo, y le pregunté: ¿cree que la gente volvería a votar por usted? y respetuoso y cordial como siempre, me respondió: esperaré los tiempos…
El capital político de Jorge no está en duda, él lo sabe, pero sea cual sea su decisión, buscar la reelección como alcalde de Aldama, o en su caso participar como candidato una diputación local o federal, creo que lo seguiremos viendo, sobre todo ahora que posee la madurez política que se necesita para ascender a planos nacionales, tal vez.