El senador Manuel Añorve Baños destacó que en México ha proliferado la industria del agua embotellada, ya sea en envases desechables o reutilizables, con la creencia generalizada de que estas empresas ofrecen líquido purificado, más limpio y de mejor calidad que el obtenido del suministro público.
Sin embargo, advirtió el legislador del PRI, derivado de esta demanda, se ha registrado un incremento descontrolado de establecimientos purificadores, conocidos como “rellenadoras”, que no cuentan con la debida supervisión ni acatan las normas establecidas para llevar a cabo su labor.
Añorve Baños dijo que en 2014 se contabilizaban poco más de 10 mil establecimientos de este tipo, cifra que ascendió a más de 24 mil en 2020 en todo el país.
El legislador refirió que 76.3 por ciento de los hogares en México compran agua embotellada para su consumo, pero actualmente, se calcula que el 70 por ciento de las “rellenadoras” no cumple con los estándares de calidad para garantizar que el líquido no está contaminado con bacterias y materias fecales.
Por ello, presentó un punto de acuerdo, que se analizará en la Comisión de Economía, para exhortar al Ejecutivo Federal a realizar la revisión quinquenal y, en su caso, iniciar el proceso de actualización de las Normas Oficiales Mexicanas para asegurar el derecho de toda persona al agua purificada en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible.
El senador priista señaló que estudios recientes sobre las “rellenadoras” en la Ciudad de México, área metropolitana de Guadalajara, la ciudad de Morelia y el estado de Chiapas, arrojan que entre 65 y 70 por ciento del agua que venden está contaminada con bacterias; y hasta 50 por ciento puede contener bacterias de materia fecal.
Estos análisis, indicó, son ampliamente representativos, ya que impactan a 20.6 millones de habitantes y evidencia que más del 90 por ciento de dichos establecimientos carece de un manual de procedimientos y no aplica buenas prácticas en los procesos de potabilización y purificación.
Detalló que un estudio realizado por la Universidad Autónoma de México muestra que en nuestro país cada año mueren 95 mil niños por enfermedades gastrointestinales provocadas, en muchos casos, por beber agua contaminada.