Ciudad Victoria, Tamaulipas.- La imagen del presidente municipal de Victoria, Lalo Gattás Báez, se hizo grande, grande, en aquel salón con dos mil maestros, cuando el líder del magisterio por deferencia a su tía, Gannet Saleh Gattás, lo palmeó para refrendar un nexo político que viene de muy atrás.
Invitado por el dirigente del SNTE en Tamaulipas, Arnulfo Rodríguez Treviño, el alcalde de Victoria ocupó un lugar privilegiado en el presidium, de lado derecho del líder, y eso en política cuenta mucho.
Lalo, el alcalde, había llegado antes que el profe Arnulfo, y fue justo ahí cuando su imagen comenzó a meterse despacio en la mente del colectivo, porque se colocó en la entrada y le tocó recibir a los maestros.
Debió haber saludado tal vez a la mitad de los profes que se dieron cita en el Gimnasio de la Escuela Secundaria Número 4, en la capital del estado.
Ataviado tan solo con un saco azul sport, una camisa blanca y unos jeans, Lalo era uno más de los asistentes, previo al reconocimiento que más tarde desbordaría su apellido como adelanto que podría definir rumbos, como bien lo diría en su momento el ideólogo del PRI, Jesús Reyes Heroles: «la forma es fondo», y vamos que el profe Arnulfo sabe de esos temas.
Desde el micrófono, el líder Arnulfo, se detuvo tantito en su amplia exposición, para hacer un espacio que haría de la imagen de Lalo Gattás, una de las más importantes del evento.
«Pues ahí estamos Gattás… acuérdate que tenemos una historia, tú, yo y tu tía»
Ese preámbulo perfecto atrapó las miradas de todos, de eso se trataba, de remarcar un compromiso político, y era el mejor momento para hacerlo.
Vendría después la excelsitud para sellar el pacto.
«La primera mujer que metimos como Secretaria de Educación… era un ejemplo de educación preescolar, Gannet Gattás, tía de él»
Y como ola gigantesca creada a propósito para reventar el silencio, cayó la estridencia armoniosa de los aplausos que inundaron aquel amplio galerón; el nutriente social que fabrica el carisma.
Y habría más del líder del SNTE:
«Por eso cuando acudo contigo, pues te dije yo cuando andábamos en campaña: lo voy a hacer por tu tía, porque éramos grandes amigos, además, ella era de Hidalgo y yo de Villagran… así que ahí estamos hermano…»
Lalo Gattás, había recibido una joya de manos de Arnulfo Rodríguez Treviño, uno de los pocos hombres que poseen el mejor liderazgo en Tamaulipas.