Ganaron el que tenían que ganar, ganaron para aliviar la crisis, ganaron para demostrar que están con Leal, ganaron para contentar a la afición y, sobre todo, ganaron para demostrarse a sí mismos que pueden, que son un equipo de verdad y que no todo está perdido, a pesar de los malos pronósticos.
San Luis llegó a este partido con un mal diagnóstico, con una avanzada crisis que afectó al equipo en todas sus líneas, las dudas eran crecientes y más de uno pensaba en un trágico final a una historia tan bonita apenas hace unos meses. Creyeron en sí mismos, derrotaron a un Puebla que pronto se quedó con 10, dejó en bandeja de plata la ‘panacea’ para aliviar los males.
Navarro entró duro, fue el ejemplo de la enfermedad que tiene la ‘Franja’, un equipo sin rumbo, con poca idea de juego, ‘muertos en vida’ cuando hace poco habían alcanzado liguilla, algo quizá muy similar a lo que vivía los rojiblancos. Al 31, Vitinho sacó su coraje, sacó la esperanza y le robó el balón al defensor, recortó a un zaguero y definió con calma ante la salida del arquero para dar con el 1-0.
Estallaba el Lastras que no dio la espalda a los suyos, en cambio, dejó claro que el apoyo es máximo y que en la crisis es cuando más apoyan. Al 43, Puebla recibió su dosis de ‘toque francés’, cuando Salles Lamonge la tomó en el área, controló y marcó el 2-0 al palo contrario.
El Atlético revivió, adiós al dolor, adiós al sufrimiento, era momento de celebrar y Galdames al 59, definió de ‘cucharita’ e hizo explotar a Leal que se abrazó con los suyos. Redondeó Phillipe con su primer gol en México, nada mejor que esto. San Luis está de regreso, goleó al que se tenía que golear y hay mucho para seguir soñando. Nunca, pero nunca, pierdan la fe en estos muchachos.
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