La Iglesia Católica en México, a través de su editorial en el semanario Desde la fe, ha alzado su voz tras el estremecedor caso de Camila, la niña de ocho años cuyo feminicidio ha sacudido a la comunidad de Taxco. La publicación cuestionó la profundidad de la fractura social evidenciada por este trágico suceso y el posterior linchamiento de presuntos implicados.
El texto hace un llamado a la reflexión colectiva, preguntándose cuántas muertes, injusticias y linchamientos más serán necesarios para que la sociedad tome conciencia de su autodestrucción. Señala que este caso no solo es responsabilidad de las autoridades del Estado, sino que también refleja problemas arraigados en la sociedad misma.
La editorial denuncia el egoísmo, el miedo y la amargura que impiden el camino hacia la alegría y la esperanza, obstaculizando la construcción de un futuro mejor. Se destaca la necesidad de priorizar el bien común y dignificar la vida para garantizar un entorno seguro y esperanzador, especialmente para niños y jóvenes.
El feminicidio de Camila, ocurrido el pasado 27 de marzo en el barrio de La Florida, desató la indignación en Taxco. Tras el hallazgo del cuerpo de la niña, vecinos enardecidos irrumpieron en la casa de los presuntos responsables, protagonizando un linchamiento que terminó con la vida de Ana Rosa Aguilar, una de las acusadas.
José “N”, taxista señalado como cómplice en el traslado del cuerpo de Camila, fue vinculado a proceso por feminicidio el pasado 30 de marzo. Las autoridades también obtuvieron órdenes de aprehensión contra los otros dos implicados linchados por la población. El taxista fue detenido tras la presión de la familia y la comunidad, que exigieron justicia para la pequeña víctima.
El caso de Camila ha expuesto la vulnerabilidad de los niños ante la violencia y la importancia de una respuesta efectiva por parte de las autoridades. La madre de la niña, visiblemente afectada, ha lamentado la revictimización sufrida ante las declaraciones que sugieren una “responsabilidad maternal” en el trágico suceso.