Un madruguete entre naranjas

En tiempos políticos estamos de acuerdo que vemos de todo, aunque recientemente por cuestiones de politizar el ambiente muchos se han enfocado en los sucesos del partido en el poder en Tamaulipas. Pero quizá así quieren que sea para distraer la atención a otros asuntillos bochornosos que suceden en otros institutos políticos. 

Recientemente un periodista en su twitter mencionó el caso de la disputa de las primeras posiciones en la planilla de Movimiento Ciudadano para la alcaldía de Victoria. Específicamente a dos personas que ya estaban avaladas para aparecer en la primera y segunda posición y que de última hora los “bajaron”. 

En estas posiciones aparecían Vanesa Mata González y Juan José Salazar Hernández, quienes hasta donde investigué fueron propuestas del candidato Luis Torre Aliyán. Después en un acto de genuino agandalle o colmillazo súper retorcido, los tumbaron y pusieron a Melisa Mireles y Daniel Pérez.  

Acorde a una labor de indagación, esto sucede porque el padrino político de estos últimos dos logró negociar que hicieran el cambio, a espaldas de todos y minutos u horas antes de que se cerrara el registro para tales efectos. Pasaron días y ¡oh sorpresa! para los demás, el acto había quedado consumado. 

Las negociaciones en cualquier ámbito son procesos de estire y afloje en donde fluctúan muchas cosas, actitudes y acciones. Unos lo podrán ver como algo astuto, pero para pregonar un cambio de paradigmas y formas ante la sociedad de internamente hacer este tipo de cosas, pues es una contradicción total de lo que se dice a lo que se termina haciendo. 

Comentan que se metió un recurso para corregir la acción y que personal del partido a nivel nacional lo analizaban para actuar. Las fuentes consultadas dijeron que en efecto fue sorpresivo y que sentían que era una total injusticia que tendría que corregirse. 

De inicio afectan a su propio candidato en la capital, ya que en el caso al menos de la afectada Vanesa Mata, esta cuenta con un capital político relevante tras años de trabajar en territorio, no por nada iba en la posición número uno. De la que ahora aparece no existe mucha información relevante más que haber sido participante en concursos de belleza.

Si quien la apadrina siente que es más importante cambiar una operadora política preparada por otra opción sin tanta experiencia en el rubro, pues habría que preguntarle ¿En qué está pensando o que intereses existen de fondo? Si son ellos una opción pujante en los últimos años, acciones de tal índole no se entienden, es minar sus propias posibilidades o como dicen, darse un disparo en el propio pie. 

Veremos cuál será el dictamen final de las autoridades competentes y qué explicación darán los actores involucrados. 

Hablando de cuestiones de campañas políticas, hay que decir que en buen ánimo y con respeto arrancaron las distintas campañas al menos en el caso de la capital, esto demuestra la civilidad y que se está dando lo que el gobernador prometió. Que se iba privilegiar el respeto y que procurarían en todo momento velar para que los actores se conduzcan propiamente. 

Que si por abajo del agua se darán fuerte, eso ya es otro asunto.  

En épocas álgidas es reconfortante saber que este tipo de escenarios se privilegien y habla bien de un gobierno que aunque obviamente quiera que salga avante el color que defiende pero que a su vez se muestra con prudencia. Ya serán los diversos candidatos quienes también pongan de su parte para que impere más la calma y respeto. 

  

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