Los candidatos son los que terminan dando la cara ante el electorado, muchos con gran mérito por un genuino esfuerzo y otros, fruto de imposiciones, negociaciones, compadrazgos, etc. Estos encabezan equipos de trabajo que son los que terminan haciendo la diferencia para bien o para mal.
Y entre ellos habrá asesores, operadores, secretarios particulares, analistas, familiares, amigos y otros tantos más. Y después muchas veces se termina dejando hasta un posterior punto a las y los líderes de colonias y/o sectores ciudadanos y la gente que ellos logran congregar.
Pero estos últimos amables lectores, son la verdadera fuerza de una estructura cuando bien se logra armar, ellos son el verdadero combustible que mueve el vehículo. No tengan duda, muchos se pararán el cuello y hasta presumirán “x o y hazañas” y logros, pero todo termina recayendo en aquellas mujeres y hombres que con lealtad y dedicación se esmeran para apoyar.
Es cierto que un verdadero candidato líder podrá tener un arrastre popular considerable, pero aún ellos tienen que respaldarse con aquellas personas que por años llevan recorriendo sus sectores y más. Los mismos a los cuales después los ganadores mal agradecidos les andan escatimando los apoyos, aquellos que quisieran controlar vía mecanismos aún vigentes pero por demás anacrónicos.
Mi respeto a todas y todos ellos, mi verdadera admiración para los que con gran esfuerzo apoyan causas y aún más para los que de manera pulcra y respetuosa se manejan. No pondré nombres ya que tendría que escribir una cuantiosa cantidad debido a años de interacción y amistad con muchos, pero si dejo claro en este escrito que sin duda a todos los admiro.
Las guerreras y guerreros que desafían las inclemencias del tiempo, los malos humores, los desprecios, soberbia y otras tantas injusticias, pero aquellos que con gran gallardía, pundonor y un empuje sin igual salen a cumplir con los compromisos, los mismos que terminan en muchísimas ocasiones siendo los fieles de la balanza.
Este escrito es por y para ustedes, un pequeño reconocimiento de alguien que sabe todo lo que valen y que valora todo lo que saben. Por ello ustedes sin duda son los verdaderos guerreros electorales.
Honor a quien honor merece.