Así es la vida del primer paciente con chip cerebral Neuralink

Neuralink, la startup del millonario Elon Musk, desarrolló un implante cerebral diseñado para ayudar a los humanos a usar señales neuronales para controlar tecnologías externas.
Hace 100 días, Noland Arbaugh, un paciente tetrapléjico, se convirtió en el primer humano en contar con este dispositivo y desde entonces su vida comenzó a cambiar.
Actualmente, Noland es capaz de controlar su computadora portátil sólo con su pensamiento y también puede participar en juegos en línea con sus amigos, navegar por internet y hasta jugar Mario Kart en una consola Nintendo Switch, algo que no podía hacer desde hacía 8 años, cuando sufrió una lesión en la médula espinal.
«Me ha ayudado a reconectarme con el mundo, mis amigos y mi familia. Me ha dado la habilidad de hacer cosas por mí mismo otra vez, sin necesitar a mi familia a todas horas durante el día y la noche», señaló Noland Arbaugh en una actualización de Neuralink sobre la investigación del implante.
Antes de contar con esta tecnología, Noland debía usar un lápiz óptico con la boca, el cual tenía que ser colocado por un cuidador. Este dispositivo sólo se puede utilizar en posición vertical para controlar una tableta, lo cual puede provocar molestias como fatiga muscular y llagas por presión.
Ahora, el paciente puede acostarse en su cama y usar los dispositivos tecnológicos sin asistencia.
Pese a los resultados mostrados por el implante de Neuralink en Noland, este dispositivo se encuentra en la etapa de ensayos clínicos.
En el futuro, señala Neuralink, buscan extender la funcionalidad de este dispositivo y que pueda usarse para controlar brazos robóticos, sillas de ruedas y otras tecnologías que permitan darle más independencia a los pacientes con alguna discapacidad.
Noland actualmente usa este dispositivo hasta por 69 horas en una sola semana, 35 de éstas como parte de la investigación de Neuralink y 34 adicionales de uso personal.
Así es el implante de Neuralink
Un robot coloca el dispositivo en una región del cerebro que controla la intención del movimiento. Una vez en su lugar, el implante es «estéticamente invisible».
Esta tecnología está diseñada para registrar y transmitir señales cerebrales de forma inalámbrica a una aplicación que decodifica el flujo de datos y los traduce en acciones, de esta manera, el simple pensamiento se puede convertir en la capacidad de controlar el cursor de una computadora.
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