En todos los ámbitos de la vida vemos de todo un poco, en los rubros laborales o de política no es nada fuera de lo común ver esto. Muchos muy pomposamente se muestran como si fueran tocados por la mano de Dios como dicen y otros son los más mesurados que generalmente son los que sacan adelante el trabajo.
Estamos de acuerdo que cada quien tiene su forma de ser y conducirse y que quizá algunos tantos engreídos también sean muy eficientes, pero la mayoría de las veces los “fantoches” son los que más presumen sin haber hecho mucho y lo peor es que el sistema está acostumbrado que así sea.
No me dejaran mentir mis estimados lectores, pudiese casi asegurar de que todos aquellos que lean esta columna conocen al menos uno de este tipo de personajes, ya sean hombres o mujeres. Porque hay que decirlo también, con aquello de la justa equidad de género también estamos viendo que hasta en eso las mujeres se equiparan con los varones.
Por poner un ejemplo que se platicó recientemente en una reunión, varias personas comentaban sobre la eficiente labor realizada por el delegado de INFONAVIT, Claudio Aquiles Villanueva, en un área donde hace años hasta controversial era, llegó a poner orden y una cultura de trabajo eficiente.
En lo personal no me extrañó tales percepciones, yo tuve oportunidad de colaborar con él cuando fue el titular del IMPLAN (Instituto Municipal de Planeación) Victoria y me consta su preparación dedicación y sobre todo su buen trato. Es más y haciendo memoria, colaboramos de tal manera que resolvimos temas que tenían años sin solucionarse.
Y coadyuvó para que en aquellos años pudiéramos como directivos generar cifras record en varias rubros, que hasta el día de hoy prevalecen. Igual un estilo calmo y eficiente de trabajar es nuestro gobernador, que pueden criticarle “n” cantidad de cosas pero responde a las problemáticas sin mucho alardeo.
Y los demás que se creen virreyes, más vale que abran los ojos que hay mucho por hacer y la ciudadanía ya a estas alturas no perdona. Tan sencillo que en unas semanas veremos el sentimiento de la gente expresado en las urnas y aunque seguramente casi la mitad del padrón no votará, la otra dará fe de su sentir.
Aplausos para los que cumplen y comprenden que el servicio público es para servir a los demás y no así mismos.