Para 2023, México se acercaba a los 130 millones de habitantes, de los cuales únicamente 99 millones cumplen con la edad mínima para poder participar en los comicios del próximo 2 de junio, donde se elegirán hasta 20 mil cargos públicos, incluidos 1 presidencia y 9 gubernaturas.
Se trata de uno de los procesos electorales más importantes de la historia del país, debido a que muy probablemente sea electa la primera mujer presidenta, con dos visiones completamente diferentes de la actualidad: una con la promesa de dar continuidad a los cambios iniciados con el gobierno en el poder y otra que promete una mejora en los aspectos en los que ha “fallado” la política actual.
Serán 14.9 millones de jóvenes de entre 18 y 24 años quienes acudirán a las urnas para emitir por primera vez un sufragio presidencial. Sin embargo, el reto que tuvieron enfrente todo este tiempo los candidatos presidenciales fue combatir la desvinculación de los jóvenes con los partidos políticos.
Los jóvenes de la generación Z tienen preocupaciones enormes por un futuro incierto, temas relacionados con la salud mental o derechos digitales, derivados de su gusto por la privacidad. Sin embargo, “me da la impresión de que los partidos todavía no tienen la menor idea de cómo hablarle a esta nueva generación, mucho menos de cómo pedirle su voto”, señala Alejandro Moreno en su columna en El Financiero “Generación Z, el desafío electoral”.
A pesar de ello, candidatos han decidido enfocar su campaña a esta población, acudiendo a eventos donde predominan asistentes de la generación Z y centrando sus esfuerzos en desarrollar propuestas para dar solución a aquellas situaciones que les aquejan, como conseguir una vivienda, buena calidad de vida, mejores oportunidades, salarios para mantener una buena calidad de vida, garantizar sus derechos, justicia y servicios básicos, entre muchos otros asuntos de interés social.
Camila Solís, estudiante de Ciencias Políticas en la Ibero, hizo un análisis sobre que los jóvenes no están desinteresados por la política, sino que son rechazados por esta, pues deben ser considerados como un fenómeno distinto al que hemos discutido sobre las generaciones que votaban antes, dijo en un foro organizado por El Financiero, Meet Point Virtual Generación Z, el desafío electoral.
En tanto, Natalí Vigil Martínez, estudiante de ingeniería aeroespacial de la UNAM, afirmó que los jóvenes están desvinculados de la política debido a que los partidos que buscan el poder son mayormente tradicionales, es decir, no conectan con los intereses de esta generación.
Jóvenes en elecciones pasadas
La participación de los jóvenes en elecciones anteriores no fue la de mayor participación, pues aquellos de entre 19 y 29 años de edad fueron los que menos acudieron a emitir un sufragio en la elección de 2018, con un 52.8 por ciento de la población, según cifras del Instituto Nacional Electoral (INE).
Para el siguiente proceso, en 2021, la población de entre 20 y 24 años de edad solo participó un 41.7%, es decir, no participó cerca del 60 por ciento de los jóvenes. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos comicios no fueron federales en comparación con el anterior.