El Estadio Azteca, ese gigante de concreto y acero que ha sido testigo de tantos momentos históricos, está a punto de experimentar una transformación monumental. La remodelación del Coloso de Santa Úrsula no solo promete modernizar sus instalaciones, sino que también revitalizará el espíritu de un estadio que ha sido el corazón del fútbol mexicano y mundial durante décadas.
Las obras comenzarán en cuestión de días, justo después del final del torneo Clausura 2024, y se extenderán por aproximadamente 18 meses. Este ambicioso proyecto busca no solo ampliar el aforo del estadio, sino también mejorar significativamente la experiencia de los espectadores y participantes.
Entre los cambios más notables, el aforo se incrementará de 81,000 a 90,000 espectadores. Este aumento permitirá que más aficionados vivan en carne propia la pasión y la emoción de los partidos del Mundial 2026. Para lograr esto, se demolerá una de las gradas bajas, una decisión que aunque dolorosa para los nostálgicos, es necesaria para la expansión y modernización del estadio.
Los grandes cambios en el Estadio Azteca
Uno de los cambios más impactantes será la nueva ubicación de los vestidores. Tradicionalmente situados en una de las cabeceras, ahora se trasladarán al centro, optimizando la logística y mejorando la accesibilidad tanto para los equipos como para el personal técnico. Este movimiento no solo responde a exigencias logísticas, sino que también marca un cambio en la forma en que se vive el fútbol desde el interior del estadio.
La fachada del Estadio Azteca, un emblema por sí mismo, también será objeto de una importante renovación. Se instalarán 2,000 metros cuadrados de pantallas LED, transformando el aspecto exterior del estadio y dotándolo de una imagen contemporánea sin perder su esencia histórica. Estas pantallas no solo servirán como atractivo visual, sino que también permitirán a los asistentes vivir una experiencia más inmersiva, con información en tiempo real y espectáculos de luces.
Dentro del estadio, cada rincón será modernizado. Desde nuevos asientos más cómodos y ergonómicos, hasta zonas de recreación dentro de las rampas, todo está diseñado para que el público disfrute al máximo de su visita. Además, las mejoras se extenderán a las amenidades para los jugadores, árbitros y personal de prensa, asegurando que el Azteca esté a la altura de los estándares internacionales que exige un evento de la magnitud de una Copa del Mundo.
El Estadio Azteca mantiene su gran tradición
A pesar de todos estos cambios, Televisa, propietaria del inmueble, ha sido clara en su intención de preservar la esencia histórica del estadio. La estructura de la fachada no será alterada significativamente, y las columnas serán reforzadas para garantizar la seguridad y durabilidad del edificio. Este equilibrio entre modernización y conservación de la historia es un tributo al legado del estadio, que ha albergado algunos de los momentos más icónicos del fútbol.
La remodelación del Estadio Azteca es más que una simple actualización; es un renacimiento. Cada nuevo asiento, cada pantalla LED, cada mejora estructural es un paso hacia el futuro, mientras se honra el pasado glorioso de este coloso. En 2026, cuando el mundo vuelva sus ojos hacia México, el Estadio Azteca estará listo para deslumbrar, una vez más, a millones de aficionados, reafirmando su lugar como uno de los templos sagrados del fútbol mundial.