El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el domingo que había llegado a un acuerdo con su par francés, Emmanuel Macron, sobre el uso de las ganancias de los activos rusos congelados para ayudar a Ucrania.
Al ser consultado sobre si habían discutido el asunto y si habían llegado a un acuerdo, Biden respondió: «Sí y sí».
El G-7 y la Unión Europea están estudiando cómo utilizar los beneficios generados por los activos rusos inmovilizados en Occidente para proporcionar a Ucrania un gran préstamo inicial y asegurar la financiación de Kiev para 2025.
Alrededor de 260,000 millones de euros (280,900 millones de dólares) en fondos del banco central ruso están inmovilizados en todo el mundo, la mayoría en la UE. Los fondos generan entre 2,500 y 3,500 millones de euros anuales de beneficios, que según la UE no se deben contractualmente a Rusia y representan, por tanto, una ganancia inesperada.
La idea, defendida por Washington, es utilizar estos beneficios como fuente de ingresos constantes para hacer frente a un gran préstamo de 50,000 millones de dólares que podría obtenerse en el mercado. Rusia afirma que cualquier desvío de las ganancias de sus fondos congelados equivaldría a un robo.
El aprovechamiento de los beneficios de los activos rusos ha suscitado la preocupación de algunos países, pero un funcionario del Tesoro estadounidense afirmó el martes que Washington y sus socios del G7 estaban haciendo progresos.