En un reciente ataque en la Franja de Gaza, fuerzas israelíes bombardearon varios sectores, incluyendo una escuela que servía como refugio para desplazados en el campo de refugiados de Nuseirat, resultando en la muerte de 16 personas. Este ataque ocurre en un contexto de intensificadas negociaciones indirectas para un cese al fuego, mediadas por países como Catar, Estados Unidos y Egipto.
El bombardeo a la escuela, administrada por la ONU, fue justificado por Israel alegando que el lugar servía como escondite y centro de operaciones para ataques contra sus fuerzas. El Ministerio de Salud de Hamás, sin embargo, ha calificado el incidente como una «masacre abominable» y reportó 50 heridos, quienes fueron trasladados al hospital de los mártires de Al Aqsa.
Este ataque se produce días antes de una planeada visita del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a Estados Unidos, aumentando la tensión en las ya frágiles negociaciones de paz. La violencia en Gaza ha sido constante, con más de 87 muertes en las últimas 48 horas, según fuentes de Hamás, y un total de 38,098 muertes reportadas desde el inicio del conflicto actual.
La comunidad internacional, incluida la ONU, ha expresado su preocupación por las condiciones desastrosas en que viven los habitantes de Gaza y el riesgo de una escalada mayor del conflicto, especialmente hacia el norte en la frontera con Líbano, donde los enfrentamientos entre Israel y el grupo Hezbolá son frecuentes.