Casi cinco años después de su localización, una víctima de asesinato que había sido enterrada en una fosa en La Primavera fue identificada.
En la fosa encontrada en septiembre de 2019 fueron recuperados siete cuerpos, apenas tres de ellos están identificados, de acuerdo con reportes oficiales de la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas.
Durante junio, los forenses consiguieron identificar a 32 víctimas de 18 distintas fosas encontradas entre 2019 y el 2024.
Algunas de ellas suman años de haber sido localizadas, como es el caso también de una víctima que había sido inhumada en la fosa El Saucillo, en Juanacatlán, en donde fueron enterradas 95 personas y sólo han sido identificadas 41.
En el acumulado histórico, de las mil 769 víctimas cuyos cadáveres fueron enterrados por criminales y recuperados por las autoridades con ayuda de colectivos, han sido identificadas apenas 937, es decir, falta por identificar el 37 por ciento.
De hecho, la información oficial indica que hasta junio había 25 fosas en donde ninguna de las víctimas había podido ser identificada; la más antigua de ellas es una encontrada en Tlajomulco en 2019.
Además, a 40 de esas fosas le falta más del 50 por ciento de víctimas por identificar.
En suma, son ya 158 fosas clandestinas detectadas y registradas por la Fiscalía, no obstante, durante mayo, la institución no registró hallazgos realizados por el Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco.
Ante la cantidad de víctimas aún sin poder ser reclamadas, algunos de los colectivos han pedido que las búsquedas sean frenadas mientras se termina de realizar la identificación de los cuerpos ya exhumados.
No obstante, otras agrupaciones, como Luz de Esperanza, han señalado que lo que falta es que las autoridades estatales amplíen sus capacidades para continuar con las exhumaciones al mismo tiempo que con dictámenes se identifica a las víctimas cuyos cuerpos ya fueron desenterrados.
«No podemos cancelar una búsqueda porque ya está lleno el Semefo o porque el resguardo es insuficiente, más bien, ese es un problema, es el resultado final de todo lo que ha dejado de hacer el Estado, tanto federal como estatal y municipal en materia de desaparición de personas de personas», opinó Héctor Flores, secretario del colectivo.
Sabías qué…
La autoridad no puede incinerar ni destruir los cadáveres de las personas fallecidas sin identificar.
Por ley, deben inhumarse y permanecer a resguardo de las autoridades, pero primero la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas y el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses deben realizar una serie de registros.
Los datos que deben capturar son el sitio en el que será colocado el cadáver y los dictámenes que se realizaron para su identificación, como toma de huellas dactilares, análisis de odontología, antropología y medicina forense.