La noche del domingo 28 de julio, Citlalli Hernández, secretaria general de Morena, y Luis Felipe Calderón Zavala, hijo del expresidente Felipe Calderón, se enfrascaron en una intensa pelea en redes sociales. Todo comenzó cuando Hernández utilizó su cuenta de X, antes conocida como Twitter, para abordar las acusaciones de fraude en las elecciones de Morena y las presuntas complicidades en administraciones pasadas.
En su publicación, Hernández acusó a diversas voces mexicanas de «hacer el ridículo» al afirmar que hubo fraude en Venezuela. Esta declaración provocó una respuesta inmediata de Luis Felipe Calderón Zavala, quien cuestionó la organización de las elecciones internas de Morena, insinuando que hubo simulación y manipulación.
Luis Felipe respondió criticando la gestión interna de Morena y sugirió que se deberían esclarecer las elecciones del partido. Ante esto, Hernández no se quedó callada y lo tildó de «junior cómplice silencioso de genocida». Luis Felipe, sin embargo, se defendió afirmando que tenía solo 14 años cuando su padre dejó la presidencia, y que era imposible que hubiera cometido alguna complicidad.
La discusión no terminó ahí. Hernández insistió en que Luis Felipe ya tenía la edad suficiente para cuestionar las acciones de su padre, lo que intensificó aún más la pelea en redes sociales.
Contexto de las elecciones en Venezuela
Mientras tanto, en Venezuela, Nicolás Maduro fue proclamado presidente electo un día después de que la oposición desconociera los resultados de las elecciones. El Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por aliados de Maduro, se apresuró a declararlo vencedor con un 51% de los votos, mientras que su principal oponente, Edmundo González, obtuvo el 44%.
La proclamación de Maduro provocó protestas y cacerolazos en varias zonas de Caracas. A pesar de las denuncias de irregularidades por parte de la oposición, el CNE defendió la legitimidad de las elecciones, asegurando que se desarrollaron en un clima de respeto y paz. Sin embargo, varios países, incluido Estados Unidos, se abstuvieron de reconocer los resultados y exigieron una revisión de la votación.