El Gobierno de Jamaica ha declarado el estado de emergencia este miércoles en la Parroquia de Claredon, en el sur del país, después de varios ataques con arma de fuego que tuvieron lugar el fin de semana en la isla, en el que murieron ocho personas, incluido un niño de siete años.
El ministro de Seguridad Nacional, Hoarece Chang, ha anunciado la medida después de que durante los últimos días haya estado establecido un toque de queda en la zona, señalando que «la evaluación» de las autoridades es que «los altos niveles de violencia criminal experimentados en las áreas afectadas en una escala tan amplia pone en peligro la seguridad pública».
«Este gran recuento de asesinatos en un solo día dentro de la parroquia de Clarendon se atribuye a la violencia en curso dentro de la división que había alcanzado una magnitud tenue que resultó en la perpetración de asesinatos como medio de intimidación y como forma de represalia a medida que las pandillas buscan dominar el territorio existente», ha declarado durante una conferencia de prensa.
El primer ministro jamaicano, Andrew Holness, ha anunciado que se ha creado un fondo de recompensa de 25 millones de dólares jamaicanos (145.000 euros) por información que se proporcione a la Policía en relación con las actividades de las pandillas. «Dígale a la policía lo que sabe mientras trabajamos juntos para librar a nuestra sociedad de las pandillas y los crímenes atroces que perpetran», ha afirmado.
Hasta el momento, la Policía de Jamaica ha detenido a cinco individuos que estarían relacionados con la muerte de las ocho personas en Claredon, en ataques en los que también resultaron heridas nueve personas, incluido un bebé. También se han incautado de una arma de fuego ilegal, según ha recogido el diario ‘Jamaica Observer’.