CDMX, México.- Con la finalidad de reconocer y celebrar la diversidad cultural y los derechos de los pueblos indígenas en todo el mundo, cada 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Esta celebración, instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1994, busca promover la inclusión, la igualdad y el respeto hacia estas comunidades, y ofrece una oportunidad para sensibilizar en torno a los desafíos actuales que enfrentan los pueblos indígenas, como la preservación de sus lenguas y culturas, entre muchos otros.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el mundo existen 476 millones de personas indígenas, repartidas en por lo menos 5 mil grupos diferentes en 90 países del mundo. Pese a que constituyen más del 5% de la población mundial, se encuentran entre las poblaciones más desfavorecidas y vulnerables.
En tanto, en México se han identificado oficialmente a 68 pueblos indígenas o pueblos originarios. Cada uno cuenta con su propia lengua, y sus subdivisiones incluyen a más de 364 variantes lingüísticas.
Como parte de sus actividades, la organización de los testigos de Jehová realiza un valioso aporte en la preservación de las lenguas originarias en México y cinco países de Centroamérica, a través de la traducción de publicaciones, grabaciones de audios y videos en 73 lenguas, además de una campaña permanente de alfabetización a cargo de voluntarios, y la celebración de reuniones y convenciones dirigidas a hablantes de idiomas originarios.
Martín Hernández, quien es testigo de Jehová, no es hablante nativo del otomí, pero junto con su esposa Sandra, decidieron aprender este idioma hace 15 años con el objetivo de ayudar a las personas a conocer el mensaje de la Biblia. “Actualmente los Testigos de Jehová traducen a tres variantes del idioma: el otomí del Valle del Mezquital, el otomí de la Sierra Oriental y el otomí del Estado de México, que es en el que se está transmitiendo el programa y se habla en municipios como Temoaya, Jilotzingo y Jiquipilco”.
Respecto a la labor de alfabetización en comunidades de habla otomí, Sandra Hernández detalló: “Llevamos a las personas un mensaje que les pueda ayudar en su vida diaria, pero también se está ayudando a las personas a que aprendan a leer y escribir en su propio idioma”.
La alfabetización puede ayudar a las personas de manera práctica, pues estarán equipadas para actividades como escribir un recado o hasta hacer un trámite; pero además, contribuye a la conservación del idioma otomí y también de su cultura, pues de acuerdo con Martín Hernández, motiva a las personas a seguir hablando su lengua.
“Cuando nos escuchan saludarlos en su idioma: “hats’i, Ki hats’i” (Hola, buenos días), nos hemos dado cuenta que se sorprenden bastante pero nos siguen contestando en otomí y podemos entablar una conversación. A ellos les gusta que se les hable en su idioma, aunque incluso a veces en algunas comunidades entre ellos mismos ya no lo hablan, pero cuando llegamos dos extraños –por decirlo así-, a hablarles en su idioma, nos damos cuenta que les da mucho gusto, están más dispuestos a escucharnos y a platicar con nosotros”, explicó Martín, quien reconoció que aprender otomí no les resultó tan difícil.
“Solo requiere dedicación y un poco de esfuerzo y creo que incluso amor al prójimo en este caso, porque el propósito que nosotros tenemos es ayudarles a mejorar su vida, entonces creo que si uno pone un poco de empeño extra, puede aprenderlo”, concluyó.
Las publicaciones, grabaciones de audio y musicales, así como los videos traducidos en lenguas originarias están disponibles para su consulta en línea o descarga gratuitas en el sitio oficial de los testigos de Jehová, www.jw.org.