Por Agustin Peña Cruz | Noticiaspc.com.mx
Altamira, Tamps.- Luego del reciente cambio en la dirección del Instituto Tecnológico de Ciudad Madero, en el cual Antonio Andrés Pérez Méndez, director jurídico del Tecnológico Nacional de México (TecNM), entregó el nombramiento al nuevo director Juan Dionisio Cruz Guerrero, un grupo de maestros del Instituto Tecnológico de Altamira se manifestó en contra de su subdirectora, Cecilia Rocha Felizardo.
Cabe precisar que la protesta fue presentada ante el representante legal del TecNM y se centró en presuntas anomalías y corrupción, que según los maestros, no han cesado, además de una notable falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos federales.
En agosto de 2024, Rocha Felizardo había declarado en Facebook que ella y otros representantes de diversos planteles, direcciones y áreas escolares habían trabajado juntos para consolidar directrices que garantizaran equidad y transparencia para los estudiantes.
Sin embargo, desde marzo de este año, las anomalías señaladas por los maestros han dado lugar a protestas.
En estas protestas, Mónica Yolanda Espinoza López, representante del SNTE en el plantel, reveló que la directora solo asiste una o dos veces al Tecnológico y que ya se ha interpuesto una demanda colectiva en su contra.
Los maestros exigieron la destitución de Rocha Felizardo, colocando una manta al interior de la escuela en la que se detallaban las presuntas arbitrariedades, que incluían acoso laboral, una actitud prepotente, y la falta de un proyecto institucional.
En marzo, los docentes también denunciaron estas irregularidades ante la Secretaría de la Función Pública y la Dirección General de Tecnológicos.
En una entrevista, Antonio Andrés Pérez Méndez fue cuestionado sobre la situación que recordaron los maestros el pasado 16 de agosto. Se le preguntó acerca del conflicto con la directora del Instituto Tecnológico de Altamira y las manifestaciones tanto de docentes como de estudiantes, que han tenido repercusión a nivel nacional.
Pérez Méndez comentó que, respecto al tema de los docentes y el sindicato, se les haría llegar la información correspondiente y que la representación del subsecretario estaba en diálogo con ellos. En cuanto a los alumnos, dijo que él mismo los atendió el día de las manifestaciones, cuando sus abogados estaban en el plantel impartiendo cursos de actualización normativa.
Se le preguntó si había entrevistado a los alumnos, a lo que aclaró que no lo había hecho personalmente, sino mediante correo electrónico. Los alumnos le enviaron un mensaje indicando que aportarían pruebas, pero que por el momento no consideraban necesaria una reunión presencial.
Respecto a la administración de los institutos tecnológicos, Pérez Méndez explicó que las auditorías, denominadas evaluaciones integrales, son realizadas por la Dirección de Planeación cuando alguna parte interesada, como estudiantes, sindicatos o directivos, lo solicita. Estas evaluaciones cubren aspectos como ingresos, convenios, y matrícula.
Cuando se le cuestionó si existían expedientes en el Órgano Interno de Control sobre esta situación, Pérez Méndez respondió que lo desconocía, ya que ellos solo son informados cuando el Órgano Interno de Control lo requiere.
Al ser cuestionado si había verificado presencialmente las condiciones del Instituto Tecnológico de Altamira, Pérez Méndez respondió que él no lo había hecho, aunque sus abogados sí estuvieron presentes.
Mientras que, al abordar el tema de la cafetería del instituto, Pérez Méndez señaló que entendía que su entrega estaba prevista para los próximos días. También mencionó que, ante la falta de comunicación, su equipo ha invitado a todas las partes involucradas –directivos, sindicatos y estudiantes– a dialogar.
Dejó claro, Pérez Méndez sobre la concesión de la cafetería, que data de 2002, “la institución no participa en concesiones de este tipo”. Además, se discutió la instalación de un servicio de papelería para salvaguardar la integridad de los alumnos, sugiriendo una licitación con al menos tres proveedores.
Pérez Méndez concluyó que, a su entender, el Tecnológico de Altamira está funcionando correctamente tanto en términos administrativos como financieros, y que no es necesaria una auditoría. Sin embargo, reconoció que en ocasiones se detectan conflictos entre grupos de interés, y reiteró que es fundamental respetar la garantía de audiencia y escuchar a todas las partes involucradas.