Desde una perspectiva histórica, la población de México y de Tamaulipas muestra dos tendencias simultáneas: el incremento de los mayores de 60 años y la reducción de los nacimientos, en consecuencia, de la población infantil.
En el año 2020, aunque el promedio de edad de los tamaulipecos fue de 30 años, se registraron 473 402 adultos mayores, que representaron el 13% de la población total del estado. En 2025 ese indicador se incrementará al 18.6% y en 2050 se duplicará. Esto no deja duda del envejecimiento poblacional acelerado que reta al desarrollo económico social y bienestar de las personas, familias y sociedad.
Pero este envejecimiento no es uniforme. Los municipios más rurales y pobres son los más envejecidos. Hoy ya tienen índices de envejecimiento estimados para el estado en 2050.
Pero además las personas mayores son cada vez más longevas (la esperanza de vida de los tamaulipecos en 2020 fue de 78.4 años en mujeres y 72.2 en hombres). El censo de población de 2020 contabilizó 285 974 tamaulipecos de 65 y a 99 años y 353 de 100 y más años.
Los tamaulipecos viven más años, pero no son más sanos pues las enfermedades crónico degenerativas (el 13.3% padecen diabetes, el 40% están sin diagnóstico), la discapacidad (el 50% de las personas con discapacidad son adultos mayores) y la dependencia (el 50% de los adultos mayores con discapacidad no pueden caminar o/y ver), también tienden a incrementarse. El panorama es de mujeres mayores con sobrecarga de trabajo de cuidado y con menos tiempo para su autocuidado. El 44% de las mujeres adultas mayores no tiene ningún estudio formal.
Al haber menos población infantil, que cuando estos alcancen la juventud y la adultez, habrá menos población económicamente productiva, que pueda trabajar y cuidar a sus padres y abuelos.
La longevidad creciente está produciendo el fenómeno de envejecimiento de la vejez, es decir que adultos mayores de 60 a 70 años deban hacer cargo de adultos mayores de mayor de 80 a 90 años.
Si la población económicamente productiva, no cuenta con trabajo estable, formal, de alta productividad, bien remunerado y con una flexibilidad laboral que les permita dedicar tiempo al cuidado de sus familiares mayores, entonces se requerirá del apoyo de un sistema y servicios de cuidado gerontológico, que por ahora no existe aún.
Este perfil del envejecimiento en Tamaulipas que recibió la administración del Dr. Américo Villarreal, se caracterizaba además por la desigualdad social. El 70% de los adultos mayores no tenían jubilación por su trabajo. El 20% vivían solos. El 85% de los que viven con su familia ellos la sostienen económicamente. El 70% de los adultos mayores estaban en condiciones físicas y mentales de trabajar, pero solo el 50% eran económicamente activos. La mitad de ellos recibían menos de $ 4 300.00 pesos mensuales. El 44% no contaban con prestaciones. Según el CONEVAL en 2018, el 38.1% de los adultos mayores, es decir 13 400, se encontraban en pobreza.
Ante este diagnóstico de la situación de los adultos mayores y sus necesidades de atención integral el Programa Estatal de Desarrollo PED 2023-2028, se propuso un marco estratégico para la política pública que requería este grupo vulnerable: “Valor y Respeto por nuestra Personas Adultas Mayores”.
El objetivo y estrategias que planteó el PED desde este marco: son instrumentar acciones que contribuyan al ejercicio pleno de sus derechos (salud, educación, trabajo, vivienda, justicia, una vida sin violencia y discriminación) y para su integración a la vida social en condiciones de igualdad y respeto.
Fortaleciendo las instancias y los mecanismos de atención especializada para la protección de sus derechos, brindar servicios de orientación y asistencia jurídica, fomentar espacios de esparcimiento para su desarrollo integral y establecer mecanismos para el fortalecimiento de los conocimientos y habilidades de sus cuidadores.
Así como de mejorar la calidad de vida de los adultos mayores en materia de empleo y con enfoque gerontológico y perspectiva de género.
Y otorgar servicios medios, gerontológicos y psicológicos en establecimientos fijos, brigadas para zonas sub urbanas y comunidades rurales y la promoción de una cultura de autocuidado y hábitos para un envejecimiento saludable.
Finalmente, la meta estratégica es reducir al 35% la pobreza de los tamaulipecos adultos mayores que en el año 2028 se encontraba 38.1%.
Esta meta se complementa con los indicadores de cada una de los componentes de la atención integral de esta política pública a cargo de todas las instituciones involucradas.
A casi dos años de iniciado su gobierno, Américo Villarreal va logrando avanzando en el logro de las metas en su política para las personas adultas mayores de Tamaulipas. Ha dado todo su respaldo a los programas federales de bienestar para adultos mayores, a los que pronto se agregará el destinado para mujeres de 60 a 64 años y los de personas con discapacidad, que su gobierno a ampliado con recursos estatales. El DIF desarrollando un intenso trabajo de asistencia social y de defensa de sus derechos a través de la Procuraduría de la Defensa del Adulto Mayor y programa de Alerta Plateada, también la secretaria del trabajo y la Secretaria de Salud con reinstalación del Comité Estatal de Atención al Envejecimiento y el IMSS-Bienestar para la atención a la salud de las personas mayores sin seguridad social, se han coordinado y sumado a ese compromiso.
Como se ve el rezago era enorme y quedan todavía muchas tareas que cumplir para el rescate integral de los adultos mayores de Tamaulipas a fin de seguirles abriendo oportunidades de bienestar y dignidad.
Hoy se cuenta con la voluntad y el compromiso del gobierno, así como el trabajo sistemático de las instituciones y de la sociedad para efectivamente darles el valor, el respeto y la calidad de vida que se merecen los adultos mayores de Tamaulipas.
Felicitaciones a nuestras abuelitas y abuelitos.