Varios países árabes han mostrado este martes su apoyo a Líbano después de la explosión de dispositivos buscapersonas de miembros del partido-milicia chií libanés Hezbolá, un incidente que deja al menos nueve muertos y 2.800 heridos y del que desde Beirut responsabilizan a Israel.
Por un lado, el ministro de Asuntos Exteriores jordano, Ayman al Safadi, ha mostrado su total rechazo a «cualquier acción que amenace la seguridad de Líbano», y ha trasladado al primer ministro libanés, Nayib Mikati, la disposición de Amán de proporcionar asistencia sanitaria para los heridos.
En la misma línea, el ministro de Exteriores egipcio, Badr Abdelati, ha mantenido una conversación con Mikati en la que ha expresado la solidaridad de El Cairo y ha señalado que el presidente Abdelfatá al Sisi ha dispuesto brindarle a Beirut todo el apoyo necesario, según recgoe ‘L’Orient-Le Jour’.
Por su parte, las autoridades iraquíes han anunciado que enviarán equipos médicos y de emergencias para colaborar con las operaciones en Líbano ante la oleada de heridos por las explosiones de ‘buscas’. Asimismo, desde Bagdad han mostrado su temor a una «expansión regional de la guerra».
Al contrario que los países antes mencionados, desde Irak sí se han atrevido a vincular este incidente con un «ciberataque sionista» y ha llegado incluso a solicitar una «intervención internacional» para ponerle freno a la escalada en la región.
«Estos acontecimientos, además de otras amenazas y ataques en curso cometidos por la entidad usurpadora, y la amenaza de lanzar una guerra a gran escala contra Líbano, son asuntos que requieren una intervención internacional urgente», ha dicho el portavoz del Gobierno iraquí, Basem al Awadi, según recoge la agencia Nina.
Al menos nueve personas han fallecido y otras más de 2.800 han resultado heridas víctimas de la explosión de dispositivos buscapersonas en propiedad de miembros de Hezbolá. Desde Beirut tanto el Gobierno como Hezbolá han vinculado lo ocurrido a Israel y han prometido una respuesta, si bien desde Tel Aviv guardan silencio.
Aliados de Hezbolá –como las milicias palestinas, los rebeldes hutíes de Yemen o Irán– han mostrado su apoyo a Líbano y no han dudado en señalar al «enemigo sionista» por lo ocurrido.