Empresas de transporte público en la capital de Perú paralizaron sus servicios el jueves para exigir al Gobierno mayor seguridad en el sector, según sus dirigentes, debido a una ola de ataques y extorsiones de delincuentes en medio de un aumento del crimen en el país.
La protesta dejó varado a miles de personas en los paraderos de autobuses de transporte en varios puntos de la ciudad, de acuerdo con imágenes de la televisión local. El gobierno suspendió las clases escolares presenciales en Lima Metropolitana y exhortó a las empresas a priorizar el trabajo remoto y a dar tolerancia de hasta cuatro horas para la entrada de sus empleados.
«Estamos parando por la inseguridad y también por la falta de empatía del gobierno por esta ola de extorsiones que estamos sufriendo», dijo a los periodistas Héctor Vargas, presidente de la Coordinadora de Transporte Urbano de Lima y Callao, uno de los gremios en protesta y que reúne a 63 empresas del rubro.
Un chofer de un autobús fue asesinado el domingo por negarse a pagar un «cupo» a una banda de extorsionadores en Lima, en un ataque en la que un pasajero resultó herido, según la policía, elevando a cuatro los conductores muertos desde fines de agosto.
La oficina estatal de estadística de Perú (INEI) dijo en un reporte difundido en agosto que casi un 28 % de la población urbana de 15 y más años ha sido víctima de un hecho delictivo entre enero y junio de este año, un 0,6 % más frente a igual período de 2023.
Asimismo, el 86,1 % de la población urbana percibe que en los próximos 12 meses puede ser víctima de algún hecho delictivo, un aumento del 3,5 % frente a la percepción durante el primer semestre del año pasado, detalló el reporte.
El gobierno de la presidenta Dina Boluarte anunció esta semana la creación de una unidad especial de la policía para enfrentar la «ola» de extorsiones a las empresas de transporte y dijo que habilitará un número telefónico para que los afectados hagan denuncias de «manera reservada».
«Esta horrible todo esto», dijo Sheyla Sánchez, una joven que estaba esperando un autobús para dirigirse a su trabajo.
«Es la única manera para exigirle al Estado peruano para que ya ponga límites a todo esto (…) cada día empeora más y aumenta la inseguridad», agregó resignada por la protesta.
Durante 2023, la policía detuvo a 289 personas por el delito de extorsiones en todo el país, un aumento del 165 % comparado con 2022, según datos del Ministerio de Interior.