La toma de protesta de Claudia Sheinbaum como presidenta de la República marca el inicio de una era significativa en la política mexicana, caracterizada por un aumento en la representación femenina en todos los niveles de gobierno. Este cambio es particularmente notable en Tamaulipas, donde ya varias mujeres lideran ciudades, y hay un creciente consenso de que la próxima gobernadora será también una mujer.
En Nuevo Laredo, la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas ha demostrado que el liderazgo femenino es sinónimo de efectividad y compromiso. Después de una reelección que requirió un esfuerzo titánico, Canturosas ha ganado la confianza de su pueblo, gracias a su trabajo, dedicación y cercanía a sus ciudadanos. Su gestión ha sido bien recibida y se percibe como un ejemplo a seguir en un contexto donde la política aún se encuentra dominada por figuras masculinas.
Durante su discurso de toma de protesta, Claudia Sheinbaum realizó varios compromisos importantes con Tamaulipas, enfocándose en fortalecer la seguridad, mejorar la infraestructura y potenciar el desarrollo económico en la región.
La visión de Sheinbaum incluye una revitalización de las relaciones entre el gobierno federal y los municipios, asegurando que las voces de los líderes locales sean escuchadas y que sus necesidades sean atendidas de manera efectiva. Este enfoque colaborativo es esencial para fortalecer la confianza en las instituciones y asegurar que el progreso sea palpable, especialmente para todos los neolaredenses.
La llegada de Claudia Sheinbaum y el liderazgo de Carmen Lilia Canturosas crean un entorno propicio para la prosperidad de Nuevo Laredo. La combinación de una presidenta con una clara agenda de inclusión y una alcaldesa respaldada por su comunidad puede traducirse en mejoras significativas para la calidad de vida de los ciudadanos.
En conclusión, estamos ante una transformación en la política mexicana que va más allá de los géneros. Es una oportunidad para que las mujeres demuestren su capacidad de liderazgo y gestionen el cambio que tanto necesita el país. Nuevo Laredo, bajo el mando de Carmen Lilia y con el apoyo de Sheinbaum, se perfila como un ejemplo de lo que puede lograrse cuando la política se enfoca en el bienestar de la comunidad.
AMERICO Y SHEINBAUM DE LA MANO POR TAMAULIPAS
La reciente toma de protesta de Claudia Sheinbaum como presidenta de México marca un hito no solo en la historia política del país, sino también en el futuro de Tamaulipas. La presencia del gobernador Américo Villarreal Anaya en este evento no es casualidad; su mensaje de unidad y colaboración con la nueva administración es una señal clara de que el estado está listo para avanzar hacia un futuro más próspero y justo.
Villarreal Anaya enfatizó su compromiso de alinearse con la visión de Sheinbaum para construir un México equitativo, destacando que el inicio de su gobierno representa una continuación de la transformación que el país necesita.
La promesa de proyectos estratégicos en Tamaulipas, como el desarrollo de los puertos de Altamira y el Puerto del Norte en Matamoros, así como la mejora de la infraestructura hidráulica y la tecnificación de los distritos de riego, refleja una visión a largo plazo. Estos proyectos no solo mejorarán la economía local, sino que también posicionarán a Tamaulipas como un actor clave en el desarrollo nacional.
La colaboración entre Sheinbaum y Villarreal no es simplemente una alianza política; es un pacto por el desarrollo y el bienestar de la ciudadanía. La inversión en infraestructura y el impulso a sectores estratégicos prometen generar empleo, modernizar la economía y mejorar la calidad de vida de los tamaulipecos.
MIEDO CABECISTA EN EL CONGRESO
Este 1 de octubre se dio inicio a la 66 Legislatura de Tamaulipas, un evento que debería ser motivo de celebración y renovación política. Sin embargo, la jornada estuvo marcada por la notable ausencia de los cabecistas, que dejaron en evidencia su miedo palpable al no presentarse. De las 36 diputaciones locales, solo 34 se hicieron presentes, lo que revela la fragilidad de la que han sido presa.
Los ausentes, Gerardo Peña Flores e Ismael García Cabeza de Vaca, no son figuras cualquiera. El primero fue inhabilitado por la Secretaría de la Función Pública justo un día antes de la apertura del Congreso, y el segundo enfrenta órdenes de aprehensión en su contra, dicho por él mismo, aunque cuenta con ciertos amparos y resoluciones a su favor, su ausencia en un momento tan crucial habla más de su situación actual que de cualquier recurso legal que puedan invocar.
El Partido Acción Nacional (PAN), que históricamente ha dominado la política en Tamaulipas, se encuentra en una encrucijada. Solo cinco de los siete diputados electos lograron presentarse para rendir protesta, lo que deja al partido descabezado y a la deriva. Ismael y Gerardo, quienes han sido las figuras representativas de este grupo, ahora se encuentran en un exilio involuntario, un reflejo del desmoronamiento de su influencia.
El miedo que se cierne sobre los cabecistas, su decisión de no presentarse habla de un reconocimiento de vulnerabilidad, una admisión de que el tiempo de la impunidad puede estar llegando a su fin… ¿Qué? ¿no?, NOS LEEMOS.
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LIC. PEDRO PEREZ NATIVIDAD
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