Los tres poderes del Estado, están siendo sometidos a una profunda transformación, mandatada por el 60% de los ciudadanos, quienes se dieron cita en las urnas electorales del presente año, identificados con la plataforma electoral de la coalición Morena, PT y PV.
La continuidad al proyecto de la “Cuarta transformación” delegado hoy en la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, y los Congresistas federales, quienes están identificados con la filosofía del “Humanismo mexicano” han hecho valer las demandas de los ciudadanos, quienes respaldan este innovador proyecto de nación.
Uno de los tres poderes del estado, que es el Poder Judicial, es el que se ha venido negando de manera sistemática, a someterse a una renovación, desacatando obedecer las reformas constitucionales, las cuales se dieron apegadas a los protocolos establecidos por el constituyente.
Una de las razones principales por las que la ciudadanía solicitó su renovación, es que la Justicia Federal, no es ni pronta y ni expedita. Solo para darnos una idea de la legitimidad de esta demanda, le comentare amigo lector que en junio del 2024, se contabilizaron 41,271 expedientes judiciales que están pendientes por resolverse a nivel federal.
Aun así, con este gran rezago y adeudo hacia los ciudadanos que demandan justicia, los jueces federales y el aparato judicial se encuentran en paro de manera arbitraria, buscando seguir en la línea del nepotismo del cual el 80% de los puestos que se ocupan, son entre familiares, en muchos casos con sueldos, superiores a los del Presidente de la Republica, contraviniendo lo que indica la Carta Magna.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, busca violar la constitución, al someter a validación a la misma, ante las recientes reformas constitucionales. Esto sin tener atribuciones legales para hacerlo, de manera autoritaria.
Pretenden invalidar la elección de jueces y magistrados, ante un proyecto presentado recientemente por el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, pero deja abierta la puerta para que ese proceso se lleve a cabo con los ministros de la Corte.
Aquí es donde nos damos cuenta, que si la Corte y el Poder Judicial son capaces de violar la constitución para seguir gozando de sus privilegios, contraviniendo la propia constitución mexicana, que podriamos esperar los mexicanos al exigir justicia.
Si en algún momento requerimos de un proceso judicial, no siendo capaces estos jueces de obedecer ni a la propia constitución, seguiríamos siendo violentados en nuestros derechos, nuestras garantías y sin poder gozar de un estado de derecho ante un Poder Judicial autoritario que actúa dolosamente contra la ley promulgada en nuestra constitución. Esto sí que es para una profunda reflexión.
Estimado lector, le deseo tenga un excelente día.
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