El Gobierno de Estados Unidos ha reafirmado su alianza con Corea del Sur, que «trasciende a cualquier presidente en particular», mientras la Asamblea Nacional se dispone a votar una moción de destitución contra el mandatario surcoreano, Yoon Suk Yeol, por la adopción y posterior revocación de la ley marcial.
«Esta relación, esta alianza, esta asociación que tenemos con la República de Corea… trasciende a cualquier presidente o gobierno en particular a ambos lados del Océano Pacífico», ha declarado en rueda de prensa el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel.
«Se trata de una alianza de colaboración que ha trascendido a republicanos, demócratas, diferentes administraciones en nuestro Gobierno, y que (sigue) siendo la misma en la República de Corea», ha añadido.
Preguntado por la moción de destitución contra el presidente surcoreano, Patel ha dicho que se trata de un tema «interno», reiterando la esperanza de las autoridades estadounidenses de que el proceso se lleve a cabo de acuerdo a la Constitución del país asiático. «Seguimos esperando que el sistema democrático y el proceso democrático de la República de Corea prevalezcan», ha señalado.
«Seguimos apoyando el Estado de derecho y la democracia en la República de Corea, que consideramos los pilares fundamentales de nuestra alianza», ha declarado.
Asimismo, el portavoz ha destacado la «resistencia democrática» de Corea del Sur en un momento de «pruebas e incertidumbre». Cabe recordar que la Asamblea Nacional tumbó la ley marcial decretada por el presidente solo horas antes, en una sesión extraordinaria entre escenas de caos tanto dentro como fuera de la sede del principal órgano legislativo de Corea del Sur, poco después de que el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Park An Soo, diese por anulada cualquier tipo de actividad política.