Por Arturo Arozena
Matamoros, Tam.- El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) Matamoros, Abraham Rodríguez, informó, acompañado por el consejo de la cámara, la suspensión de los derechos de Silvia Almanza e Ismael Ramiro García Almanza, tras presuntas actitudes violentas registradas durante la sesión ordinaria celebrada el pasado 15 de diciembre.
De acuerdo con el pronunciamiento oficial, ambos se mostraron inconformes con la propuesta de otorgar vacaciones al personal, situación que derivó —según el consejo— en conductas violentas, incluyendo agresiones verbales hacia uno de los integrantes del órgano directivo y, en el caso de Ismael García Almanza, golpes a parte del mobiliario de la cámara.
Ante estos hechos, el consejo determinó por unanimidad la suspensión de sus derechos, así como la prohibición de ingreso de ambas personas a las instalaciones de la CANACO Matamoros y a cualquier inmueble relacionado con la cámara. Asimismo, se aseguró que no existe adeudo alguno con el personal, precisando que los aguinaldos fueron pagados el 16 de diciembre, un día después del incidente.
Se informó que Silvia Almanza se desempeña como consejera nacional, mientras que Ismael García Almanza es miembro del consejo local. Abraham Rodríguez adelantó que ya cuenta con el respaldo para buscar la consejería nacional en el próximo proceso interno de las cámaras, señalando que, al quedar inhabilitados los derechos de Silvia e Ismael, ninguno de los dos podrá participar en dicho proceso. Además, se anunció la realización de una nueva asamblea el próximo 9 de enero de 2026.
Por su parte, Silvia Almanza, en declaraciones a una estación de radio local, señaló que ella prestó 50 mil pesos para el pago de sueldos debido a malas finanzas dentro de la cámara y que, hasta el momento, dicho recurso no le ha sido liquidado. Afirmó que este asunto debía tratarse como un tema interno de la CANACO y no ventilarse ante los medios de comunicación.
Asimismo, expresó su molestia al señalar que Abraham Rodríguez se ha jactado de decir que Julio Almanza era como su hermano, situación que —dijo— no es cierta, dejando en claro que quien sí era su hermano era ella. Cuestionó además la actuación del presidente de la CANACO el día del homicidio de Julio Almanza, al asegurar que no salió de la cámara para ver qué había ocurrido y que incluso giró la instrucción de que nadie saliera del inmueble.
Finalmente, Silvia Almanza aseguró que el conflicto pudo haberse resuelto mediante el diálogo, pero afirmó que no hubo disposición por parte de Abraham Rodríguez, advirtiendo que no se debe manchar el nombre de la CANACO, institución de la que —dijo— ha comido durante muchos años.








