Experimentar con plantas y hongos para la remediación
de suelos que han sido contaminados por diversas sustancias, es una de las
líneas de investigación que desarrollan especialistas de la Universidad
Autónoma de Tamaulipas (UAT).
Al
respecto, la Dra. Sandra Mora Ravelo, dio a conocer el reciente hallazgo de
nuevas especies de hongos, útiles en el proceso de tratamiento y remediación de
suelos contaminados con aguas negras o gas shale, como resultado de los
proyectos de investigación que desarrollan en diferentes zonas del estado.
La Investigadora del Instituto de Ecología
Aplicada (IEA) de la UAT explicó que a través de un análisis molecular
detectaron especies de hongos que no se habían reportado en el estado.
“Eso es muy importante, una vez que tenemos
esas especies, lo que queremos es vincularlas dentro de las plantas, para que
tengan mayor efecto y puedan ya fitorremediar los lodos, ya sean de depuradora
o de gas shale”.
Describió que las especies descubiertas son del
género Trichoderma y Aspergillus, “en las aguas residuales de Tamaulipas, se llegó
a encontrar dos especies de Trichoderma y otra especie de Aspergillus, que son
los hongos que más se han reportado a nivel género, nosotros ya encontramos
hasta especie, y la siguiente parte es trabajarlos en el laboratorio para poder
llevar a cabo la fitorremediación”.
Comentó que desde hace años la Universidad está
trabajando en proyectos cuya finalidad es reducir el impacto de distintas
sustancias, que por alguna razón se hacen presentes en el medioambiente.
En este sentido, refirió que han hecho estudios
en suelos contaminados, provenientes de plantas tratadoras de agua y de pozos
de extracción de gas shale ubicados en el centro del estado, así como también
en lodos recolectados en el río San Marcos de Ciudad Victoria.
“Trabajamos también con las aguas residuales de
la planta de tratamiento de Ciudad Victoria, trabajamos con el agua y con
lodos; y se hizo otro proyecto con especies del rio San Marcos para trabajar la
fitorremediación con plantas”, asentó.
“Y una vez que tenemos eso, los ponemos en los
lodos para remediar y una vez que se eliminaron esos metales pesados, lo que
haces es usar el lodo como abono orgánico o para mejorar los suelos erosionados”.
Agregó que esta labor es importante por
ejemplo, en los suelos citrícolas de Tamaulipas, “para minimizar el impacto
ambiental al utilizar fertilizantes orgánicos, que van a tener menos costo y no
crean contaminación, le vas a sacar beneficio al lodo de desecho”, señaló.
Apuntó que siguiendo esta misma línea de
investigación, se experimenta también con plantas como el huizache y el ébano,
como alternativa de fitorremediación de lodos, ya que tienen la propiedad de
absorber metales pesados.
“Encontramos que el huizache y el ébano son
resistentes a contaminantes, a metales pesados tales como: plomo, arsénico y
zinc. La idea es usar algo que tenemos en el estado, que nos puede impactar
positivamente, es la parte de usar las plantas y los hongos en la
biorremediación”, concluyó.