Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Luis Torre Aliyán, se ha posicionado como una de las figuras políticas más emblemáticas de la capital del estado, y su don de gente comenzó a despuntar cuando rompió con el PAN… el partido en el poder.
Pocos han mostrado tal entereza para enfrentar a un sistema; ese fue tal vez el rasgo que más gustó a sus seguidores.
De familia solvente y con un apellido algo incómodo, Luis había mostrado cierta cordialidad política en los primeros años del gobierno victorense, quizás por su formación académica y cultural, sin embargo era cuestión de tiempo para mostrar todo el arsenal que posee como herencia de sangre, pues su tío fue gobernador.
Luis parece estar solo, o al menos eso aparenta, porque todas las batallas las ha enfrentado solo, y creo que hasta ahora con él ha sido suficiente, porque parece que va ganando.
Sus enemigos ya lo midieron, y saben que no es una presa fácil de vencer, al contrario, podría ganarles en cualquier terreno y se los ha demostrado.
Bien podría figurar como diputado o como alcalde, tiene madera para ello, y avanza en un terreno fértil, abonado por el desprecio y el olvido del gobierno hacia los victorenses.
Con una buena retórica política, y un conocimiento de la Ley envidiable, Luis se va ganando la confianza de la gente, de eso no hay duda.
Luis sigue solo, avanzando, conquistando, construyendo su historia, y hasta ahora sus capítulos parecen estar bien narrados, falta ver la historia de los de enfrente, porque seguramente también tienen una historia que contar.